Si bien el presidente no ha cejado en su empeño de llevarlas a cabo. Iniciativas como el control de la inmigración, declaraciones proteccionistas y de subidas de arancel, mensajes diplomáticos tensos tanto a aliados comerciales (Alemania, México…) u otras potencias como China, ruptura de pactos comerciales o el rechazo a las medidas de la anterior administración (energías renovables o sistema sanitario) son algunos de los puntos que más candentes del nuevo presidente.
Una estrategia negociadora y un completo entramado de incentivos fiscales, comerciales y garantías legales, es el escenario que propicia el Presidente Trump para atraer a Estados Unidos billones de dólares que empresas americanas mantienen fuera de USA. La repatriación de una parte del capital estadounidense en el extranjero puede convertirse en una de las piezas esenciales del renacimiento económico que permita hacer a América grande otra vez.
Por un lado, las medidas proteccionistas unidas a las subidas arancelarias que Trump pretende aplicar, presumiblemente reducirán el nivel de negocio de las empresas españolas.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que dos principales factores. El primero de ellos es que la “guerra comercial” que pretende Trump no tiene nada que ver con España., su foco está en otros mercados. México en particular y América Latina en general, China o Alemania son los países que más “recados” han recibido el presidente estadounidense. El segundo, es que la política proteccionista puede que no sea tan dura como como nos hacen creer, sino que se trate de una política, que, aunque tenga tintes proteccionistas, sea de carácter más moderado. Además, por muy presidente de EEUU que sea, son cambios que no se dan de la noche a la mañana.
Se ha mencionado los mensajes dirigidos a Alemania, si con esto se consigue que el país germano aplique más estímulos económicos en la Eurozona, en realidad será un punto positivo. Para EEUU, Europa sigue siendo un socio comercial muy importante. En torno del 19% del total importaciones de EEUU provienen de la UE, un porcentaje muy similar al que se da en el apartado de las exportaciones (18%).
En cuanto a las PYMES españolas exportadoras, podrían sufrir el impacto del intento de fortalecer el dólar. Sin embargo, las PYMES que deseen invertir e instalarse en EEUU no deberían sufrir dicho impacto negativo.
Las PYMES que más pueden sufrir el “efecto Trump” son aquellas con intereses en Latinoamérica. Si se cumplen las medidas arancelarias y a países como México, las PYMES españolas asentadas en el país pueden ver reducidos sus márgenes. Sin embargo, esto puede suponer una oportunidad para entrar en el mercado americano a precios más competitivos desde España.
La principal diferencia, entre la administración Obama y la de Trump, que se vislumbra en el horizonte es la del cambio de rumbo en las negociaciones para firmar el tratado de libre comercio entre EEUU y la UE. A pesar de que el anterior presidente no fuera capaz de firmar el acuerdo.
La nueva administración norteamericana pretende una relación comercial con la Unión Europea basada en la negociación de acuerdos sectoriales y no en la firma de un gran acuerdo global como se venía planteando hasta ahora
Además de la reforma sanitaria empezada por el anterior presidente, Trump también pretende acabar con el Clean Power Plan (CCP) contra el cambio climático diseñado por la Administración Obama. Un plan que suponía una inversión de 8.500 millones de dólares al año hasta 2030 en energías renovables (un sector que sí que notará el efecto Trump de manera significativa), lo que influirá en las empresas de ese sector de forma negativa.
Existe una oportunidad para las empresas y las pymes españolas a considerar: aunque a corto plazo la imposición de aranceles distorsione el mercado y haga más caro exportar a países como EEUU que tomen medidas proteccionistas (si es que finalmente lo hacen), pueden a corto plazo orientar sus exportaciones a terceros países que por esta “guerra comercial” con EEUU no optimicen sus intercambios con dicho país. A medio-largo plazo, si son realmente competitivas y productivas, acabarán ganando cuota de mercado incluso en países que inicialmente se han protegido con aranceles dado que éstos no son sostenibles en el tiempo. Como en tantas ocasiones, una potencial amenaza siempre esconde una oportunidad y aquellos que tienen una ventaja competitiva podrán acabar sin duda explotándola.
En este aspecto, cada empresa es un mundo y cada sector una galaxia completamente distinta entre sí. Como recomendación general tener presencia local con conocimiento del mercado es vital. Dependiendo del sector, proyecto y el plan estratégico la forma de entrada será distinta.
Generalmente en el entorno cultural norteamericano, si el negocio tiene sentido y es rentable lo van a aceptar sin problemas. Desde How2Go podemos ayudarle a expandir su negocio no sólo a los Estados Unidos, sino a cualquiera de los 11 países en los que estamos presentes. No dude en ponerse en contacto con nosotros, estaremos encantados de estudiar su caso particular.
Enrique Marraud, International Trade Consultant at How2Go