Ruptura del tratado Irán – EEUU y sus consecuencias

La ruptura del tratado Irán – EEUU firmado por el expresidente Obama, ha sido derrogado por su sucesor en la Casa Blanca.

 

Si bien el anuncio de la ruptura del tratado nuclear por parte del mandatario de EEUU (Donald Trump) no debería sorprender a nadie, ya que se encontraba dentro de sus promesas electorales, sí que plantea una un nuevo escenario a nivel internacional. Con el levantamiento de las antiguas sanciones, y el endurecimiento de las mismas, multitud de compañías con intereses en la región se podrían ver afectadas.

 

A pesar de ello, otras partes firmantes e importantes de ese acuerdo ya se han pronunciado ante la decisión tomada por Donald Trump. Por un lado, la UE y los socios europeos prometieron que harán todo lo posible para proteger los intereses de sus empresas en Irán. Por otro, China anunció que mantendrá intercambios económicos y comerciales normales con Irán a pesar de la decisión de Donald Trump.

 

Defendiendo los intereses de las empresas europeas, el Banco Europeo de Inversiones trabaja en un programa de crédito para respaldar las inversiones europeas en el país persa.

 

Petróleo

 

Uno de los sectores que más va a verse afectado es el del petróleo. Tras el levantamiento de las sanciones en 2016 Irán comenzó a exportar, de media, un millón más de barriles a diario. Con el restablecimiento de las sanciones, ese grifo se cierra, y con ello surge la consecuente escalada en el precio del crudo. De hecho, tras conocerse la decisión del presidente estadounidense, el precio del barril de Brent se disparó hasta alcanzar los 80 dólares.

 

La administración Trump ha dado de plazo entre 90 y 180 días a las empresas con negocios en Irán para ajustarse al régimen de sanciones. Este periodo lo pueden utilizar para solicitar al Departamento del Tesoro (que es el que controla las licencias a las exportaciones), si se pueden acoger a algún tipo de exención. Una opción relevante para las empresas petroleras.