Durante la semana pasada se presentó en Bogotá la premiación al Empresario del Año 2019 en su decimocuarta edición, siendo ésta una oportunidad sin igual para resaltar los logros de las compañías colombianas como promotoras del desarrollo económico y social nacional, al igual que la celebración de los 365 años de la Universidad del Rosario, siendo ésta un símbolo de la educación colombiana y organizadora de este icónico evento. A su vez, dentro de los aliados para su realización se encontraron entidades como revista Dinero y la firma de consultoría Talengo, además de Innpulsa, siendo la entidad creada para apoyar y promover el crecimiento empresarial colombiano a partir de la innovación entre pequeñas y medianas empresas.
En el marco de la premiación se presentaron grandes reconocimientos hacia la equidad de género, el empleo formal, la sostenibilidad empresarial y el fortalecimiento del emprendimiento colombiano como base para el desarrollo nacional. Adicionalmente este evento contó con la participación del Ministro de Industria y Comercio, José Manuel Restrepo, y la Primera Dama de la Nación, María Juliana Ruiz (entre otras personalidades públicas), enmarcados en un discurso cálido enfocado en unir los puntos de vista y mejorar el panorama económico nacional bajo la bandera de diversificación de mercados para exportación y generación de valor para aprovechar la coyuntura actual experimentada por países emergentes como Colombia. Dichas palabras, a su vez, hicieron mella en los diversos asistentes que murmuraban su preocupación por el alza en el dólar, la disminución en la inversión extranjera y la falta de políticas claras para mejorar los indicadores macroeconómicos en el corto plazo.
Como cierre, este evento destacó la unión de los sectores privado, público y academia como pilares de una sociedad progresista y dinámica dispuesta a superar los obstáculos y brechas sociales reconociendo el trabajo arduo de organizaciones como Luker, Mimos, Fundación Neme, y la Entidad Medioambiental de Recicladores (Emrs Esp) quienes fueron resaltadas como elementos de cambio y herramientas para el bienestar de miles de colombianos, además de obtener reconocimientos en las categorías de Ave Fénix, Halcón Dorado y Colibrí Esmeralda.
Colombia es, sin duda, un referente para el tejido empresarial de la región gracias al trabajo y experiencia de diversos emprendedores que, con esfuerzo y sacrificio, hoy por hoy han levantado corporaciones con valoraciones por millones de dólares, brindando oportunidades a miles de trabajadores y vinculando a diversas generaciones en el tiempo. Desafortunadamente, este comportamiento y resultado no ha sido el común denominador, considerando que cerca del 70% de las empresas colombianas son familiares y sólo el 13% de éstas sobrevive hasta la tercera generación por diversos factores (principalmente internos), tales como la mala utilización de recursos, desconocimiento del negocio e inconformidad en participación accionaria.
Con el fin de crear un ambiente más sólido y estable para contrarrestar esta situación, el gobierno nacional se enmarcó en la búsqueda de espacios de participación para dar visibilidad a historias como las presentadas durante la premiación como ejemplo de superación y éxito, además de ofrecer mayores oportunidades de networking y relacionamiento a las empresas colombianas, incluyendo actividades orientadas hacia la internacionalización como herramienta y meta donde logren intervenir los diversos actores del sector público, privado y academia, integrando estrategias y conocimientos prácticos para dar a conocer el potencial y beneficios del producto colombiano a nivel internacional. Así, la internacionalización continúa consolidándose como un gran aliado y respuesta para preguntas de múltiples empresas que, con temor, limitan su accionar y no logran aprovechar por completo las oportunidades que nuevos mercados (apoyados por entidades locales e internacionales) tienen por ofrecer.