Relaciones comerciales entre China y Colombia

A propósito de la celebración del año nuevo chino, 2020 se prevé como un año de transformación, crecimiento y desarrollo, apalancando nuevos proyectos, inversiones y negocios que se vislumbran en Colombia y la región como motores económicos con un gran sabor asiático.

China, siendo potencia mundial con un crecimiento económico notable gracias a sus dinámicas comerciales y presencia inversionista notable en mercados emergentes, ha desencadenado un cambio geopolítico en países latinos al adquirir mayor relevancia en sus industrias, planes de gobierno y compras internacionales, además de hogares que cada vez consumen más productos, no sólo maquinados en dicho país, sino creados y patentados en el mismo (algo poco habitual años atrás). Colombia, por supuesto, no ha sido la excepción y en el marco de la celebración de los 40 años de relaciones bilaterales, marcas como Huawei, ZTE, BYD, JAS, Jincheng, y Didi, entre muchas otras, se encuentran altamente posicionadas en sus sectores como referentes en innovación y avance tecnológico.

Esta relación cada vez más estrecha entre el gigante asiático y el país cafetero desata grandes incógnitas en la región, especialmente entendiendo el papel de Colombia como principal aliado de Estados Unidos siguiendo históricamente la doctrina del “respice polum” (mirar al norte) y cambiándola, reciente y paulatinamente, a un “respice orientalis” (mirar al oriente). Sin embargo, desde China se asegura no buscar alteraciones en el panorama político, más aún sabiendo los roces recientes entre las grandes potencias y sus disputas por un comercio “justo”. Ante esta situación, Colombia ha despertado el interés de diversos inversionistas y, según cifras del Banco de la República, sólo en 2018 más de US$31,5 millones fueron recibidos desde China, priorizando los sectores de construcción, infraestructura y transporte, además de telecomunicaciones y explotaciones mineras; esto desafiando los registros del período 2003-2016 donde se recibieron US$2,000 millones pero en su mayoría concentrados con el sector minero-energético.

Colombia tampoco pierde esta valiosa oportunidad. Recientemente el país ha encontrado diversas alternativas para aprovechar la situación y fomentar el comercio de bienes locales en el mercado chino, incluyendo visitas diplomáticas acompañadas de grupos de empresarios para conocer de primera mano la realidad del consumo interno y las oportunidades existentes para productos como banano, aguacate hass, café, flores y carne, entre otros cuyo objetivo es la diversificación. Hoy día, 85% de las exportaciones colombianas a China son minero-energéticas y las exportaciones no tradicionales “escasamente superan los US$200 millones”, siendo una clara señal de alerta de que deben generarse estrategias para aumentar dichos volúmenes y hacer más atractivo y competitivo el producto local, además de fortalecer dicha oferta exportable que supere las 210 empresas nacionales con sus soluciones presentes en el país asiático.

De cara a esta nueva década sin duda es de esperar un continuo crecimiento en el interés asiático por Colombia y su mercado, encontrando mejores marcos regulatorios, demanda creciente, e incentivos tributarios. Asimismo, Colombia sabe lo que representa una población de 1.400 millones de habitantes y un PIB superior a US$13 trillones, encontrando en China su segundo destino de exportaciones en la actualidad y un gran desafío por conseguir captar más el interés chino con relación al mundo corporativo, además del turístico y comprador diferente al petróleo y minería.

Nuevo año, nuevos retos y nuevas oportunidades. 鼠年吉祥!

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Artículo escrito por: Nicolás Torres