Latinoamérica es una región de contrastes gracias a la diversidad social y cultural, evidenciada por el intercambio histórico con el antiguo continente. A lo largo de los años, esta relación se ha fortalecido convirtiéndose en un destino de alto interés para el comercio y la inversión. Así, dentro de este amplio portafolio multisectorial desarrollado (principalmente en el siglo XX) se destaca el mercado de automóviles, coincidiendo con la mejora en la infraestructura de los países americanos y la necesidad de comunicarse entre estas. Esto, por supuesto, ha sido un “imán” de oportunidades para empresarios de todas las latitudes, hoy por hoy de gran valor para asiáticos, norteamericanos y, por supuesto, pares latinos con industrias fortalecidas y precios competitivos (como México y Brasil, por ejemplo).
Es preciso indicar que el desempeño de este sector y su auge en la región se ha visto beneficiado de las inversiones y la permeabilidad de nuevos proveedores, principalmente de origen chino. Entre el año 2008 y el primer trimestre del año 2013, el porcentaje de autos comerciales de este país experimentó un aumento de 14.71% a 20.62%, teniendo a Perú, Chile y Venezuela como los principales destinos de exportaciones, favoreciendo la aparición y posicionamiento de marcas como JAC, Great Wall, Foton, BYD, entre otras, las cuales han explorado incluso posibilidades de implantarse de manera permanente a través de plantas de ensamblaje que faciliten la venta y el soporte posterior a la misma, de gran relevancia en mercados como Colombia, Uruguay, Paraguay, Brasil, y Ecuador. Estos, por su parte, han incrementado los beneficios ofrecidos a inversionistas y compañías con estrategias de expansión sostenible a través de mejoras en sus indicadores de atractividad y competitividad, además de favorecer el surgimiento de joint ventures y adquisiciones con flexibilidad en pagos y naturaleza cambiaria.
Latinoamérica, mercado de más de 600 millones de habitantes, es heterogénea. Esto, por supuesto, en primera instancia no se percibe como barrera hasta la interacción real con los consumidores. Día a día es más recomendable el acceso a concesionarios y empresarios locales que faciliten el entendimiento cultural y la interacción con actores de relevancia, experiencia y presencia en vastos territorios. Gracias a esto, la región ha experimentado un crecimiento sin precedentes a lo largo y ancho de la cadena automotriz, siendo un escenario ideal no sólo para la venta y comercialización de vehículos y autopartes, sino para la fabricación, ensamblaje y distribución de productos para todos los segmentos, incluyendo liviano, semipesado y pesado, siendo este último de gran atractivo gracias al incremento en las compras recientes, más aún en países como Colombia cuyo transporte terrestre sigue siendo el principal medio para la logística nacional.
De acuerdo a cifras de ANDI (Asociación Colombiana de Industriales), Colombia se mantiene como el cuarto productor de vehículos en la región con más de 127 mil; así como en el segmento de motocicletas como el segundo mayor fabricante con un promedio anual superior a las 515 mil unidades, encontrándose hoy por hoy diversas organizaciones de gran reputación y alcance global con operación directa en el país, tales como Goodyear, General Motors, Renault, Hino y Daimler.
Pregunta recurrente entre empresarios que de a poco han comprendido que en tiempos de crisis hay que saber aprovechar las oportunidades y, si bien en un principio (marzo 2020) la industria se vio afectada en términos de consumo y abastecimiento, 2021 ha traído consigo mayor normalización en términos de precio, ventas y provisión de producto final, repuestos y autopartes en general. Es imperativo resaltar el papel de esta industria en la generación de empleo y mano de obra calificada, favoreciendo la reapertura económica y la normalización de las economías regionales, visiblemente afectadas por la crisis sanitaria aún vigente.
El país cafetero cuenta con más de 8 mil empresas registradas en la actividad de mantenimiento y reparación de vehículos, además de una fuerza laboral calificada para satisfacer las necesidades de compañías ensambladoras y cuna infraestructura cada vez más competitiva gracias a participaciones público-privadas, fomentando un ambiente de negocios favorable con empresas fabricantes de autopartes con alto potencial de escalamiento y desarrollo exportador. Esto, además, se soporta en el incremento reciente del número de acuerdos comerciales firmados y en negociación adelantados por el gobierno colombiano, permitiendo la disminución continua de aranceles y eliminación de barreras impositivas y paraarancelarias.
Más allá del trabajo realizado por el sector público, en Colombia se destacan las iniciativas empresariales alrededor del sector automotriz apalancadas en la posición geográfica estratégica del país, convirtiéndose en un hub comercial, industrial y logístico de gran importancia para el transporte de pasajeros y de carga con miras a una sólida expansión en la región con acceso privilegiado a todos los rincones de América. Para mayor provecho de los empresarios locales y extranjeros, el país tiene más de 100 Zonas Francas para el desarrollo de procesos productivos con costos competitivos, sumado a bienes vendidos dentro de estas con exención de IVA (Impuesto al Valor Agregado) facilitando las transacciones comerciales. Estas, en su gran mayoría, se encuentran ubicadas en zonas de alto flujo logístico y de consumo, siendo relevantes las ciudades de Bogotá, Barranquilla, Medellín y Cali.
Si bien el incremento de empresas e industrias relacionadas con el sector automotor dentro de su cadena general ha permitido la disminución de costos y aumento del parque local (aprox. 15,3 millones de vehículos), el país aún cuenta con un bajo índice de motorización, trayendo como resultado un incremento en la demanda potencial con amplias oportunidades para ensambladoras instaladas en el país, siendo Antioquia, Bogotá, Cundinamarca y el Valle del Cauca las zonas con mayor participación con relación a sus actividades de ensamblaje y producción de autopartes. Cabe resaltar, por su parte, el desarrollo del segmento eléctrico y a gas en Colombia, principalmente sustentado en la disminución de huella de carbono y neutralización de los medios masivos de transporte, registrando un alto crecimiento en ventas de vehículos eléctricos e híbridos bajo estándares internacionales. Sumado a Chile, las naciones suramericanas hoy son ejemplo para el resto de países dentro de sus políticas de movilidad sostenible.
Finalmente, en el segmento eléctrico también es resaltable el incremento en las ventas de vehículos unipersonales, los cuales han ganado popularidad en grandes centro urbanos, tales como bicicletas eléctricas, monopatines y skates, demostrando la conexión de la región con las tendencias globales de micromovilidad y opciones de transporte verde.
En 2019 se vendieron 5.446 vehículos así: 923 de batería eléctrica, 1.772 híbridos, 439 híbridos enchufados y 2.312 motos
Fuente: RUNT, Cálculos ANDEMOS, 2019.
Independiente del país destino, Latinoamérica es un mercado altamente sensible al precio, encontrando gran diversidad de productos con variedad en términos de calidad, marca, referencias y orígenes. En este último ítem es resaltable la participación de China y otros países asiáticos (Taiwán, Vietnam, e India) como proveedores con precios competitivos en diversos materiales, incluyendo metales y piezas terminadas con relación a mano de obra local.
Ante este panorama, es imprescindible realizar un estudio que permita el entendimiento del consumidor y/o socio local, señalando las líneas de producto de interés y su capacidad de permear el mercado según precio y/o calidad como distintivo. Alta calidad asegurada por proveedores norteamericanos, europeos o asiáticos (Japón y Corea del Sur, por ejemplo) es valorada por múltiples consumidores de vehículos de dichos orígenes.
En el caso de Europa en particular se encuentran oportunidades de interés ante la falta general de proveedores de dicho país, así como los altos precios aún ofrecidos en p2iezas de recambio y en vehículo exportado a la región. Esto, en línea con la introducción de nuevas marcas y participación de nuevos jugadores durante la última década, poco a poco constituye una oportunidad que vale la pena explorar atendiendo las necesidades del consumidor y empresario local dentro de todos los segmentos y medios de transporte (con especial hincapié en los vehículos pesados ante cierta escasez percibida en la oferta disponible).
Desde How2Go Colombia gracias a toda la actividad que hemos desarrollado en el sector automotriz, conocemos de primera mano las oportunidades que existen en este país, para saber qué oportunidades tiene tu empresa en este sector, contáctanos a través de contacto@h2gconsulting.com. Además, puedes leer más información en nuestro blog de internacionalización Colombia.
Artículo escrito por Nicolas Torres.