La integración de nuevas tecnologías en la gestión de las ciudades se ha convertido en la práctica habitual y el modelo a seguir para facilitar el desarrollo sostenible de las grandes urbes. La clave para las empresas especializadas en Smart Cities es encontrar aquellos países que ofrezcan mayores oportunidades. Y ahí, Marruecos, tiene mucho que decir.
El objetivo detrás de la adopción de un modelo de ciudad inteligente es permitir que los diversos sectores (y en particular los de salud, educación, economía, transporte o servicios administrativos), tengan una mayor gobernanza estable. Sin embargo, es imprescindible contar con que el éxito de este modelo depende en gran medida de la participación de los ciudadanos en el proceso de transformación inteligente del modelo tradicional de la ciudad.
Las ciudades inteligentes están diseñadas para cumplir con las expectativas de los ciudadanos, particularmente en términos de salud, transporte, educación, espacios verdes, entretenimiento, seguridad, etc.
Los ciudadanos no son meros consumidores en este modelo, sino importantes contribuyentes a la transición exitosa del modelo tradicional al modelo inteligente. Las ciudades inteligentes son, por lo tanto, un excelente ejemplo en términos de la alianza entre el desarrollo urbano y el desarrollo humano.
La adopción de estas tecnologías hace posible lograr ganancias significativas en términos de gastos financieros y gestión del tiempo y los recursos.
Por ejemplo, al desmaterializar ciertos documentos, las administraciones pueden reducir sus costos de gestión, ya que los documentos en papel pueden deteriorarse con el tiempo, pero también permiten a los ciudadanos reducir los costos relacionados con los viajes para tener acceso a los documentos que deseen. En este sentido, las administraciones de Marruecos ya ofrecen acceso a certificados de nacimiento, permisos de vivienda y muchos otros documentos administrativos, que se emiten con una firma digital para los solicitantes.
En cuanto al aspecto comercial, las empresas pueden aprovechar la reducción de varios gastos. Al adoptar la nube, las empresas tienen menos espacio físico para administrar. Además, les permite tener acceso instantáneo a las bases de datos de clientes e inventario en cualquier lugar y en cualquier momento y la posibilidad de realizar transacciones de videoconferencia internacionales, lo que significa una reducción en costos de viaje y personal (hoteles, transporte, etc.).
El reino Alauita ha adoptado varias innovaciones con respecto a este modelo de ciudad. Se han colocado cámaras de seguridad en todas las arterias de las ciudades, así como en espacios verdes de Marruecos para facilitar el tráfico, pero también para luchar contra los delitos.
Con el fin de alentar a los ciudadanos a participar en el establecimiento de un modelo de ciudad inteligente, se han puesto en marcha ciertas iniciativas como los contenedores ecobox a nivel de un distrito de Rabat. Esto permite a los ciudadanos participar directamente en la limpieza de la ciudad, ofreciendo WiFi gratuito, pero también recargar sus equipos electrónicos a través de la energía solar.
Mediante la adopción de tecnologías inteligentes en la gestión de la ciudad, es más fácil tener un monitoreo en tiempo real de las condiciones de la carretera, por ejemplo, en caso de un atasco o un accidente, lo que facilita servicios de seguridad y salud en la escena.
Existen muchas iniciativas y proyectos en el radar y todo está relacionado con una revisión del sistema de información para avanzar hacia lo que se llama «transformación digital». El trabajo comienza con Open Data, pues es bastante natural abrir datos para construir juntos un territorio inteligente. Pero no olvidemos que cada proyecto de ciudad inteligente no puede diseñarse sin la contribución y la estrecha colaboración de los ciudadanos y los gobiernos, son el actor principal y la esencia del establecimiento de una ciudad inteligente efectiva y relevante.
Se habla más de «beneficios» que de «impactos», porque es una nueva forma de pensar y administrar nuestra vida diaria. La promesa de Smart Cities es mejorar la calidad de vida al proporcionar soluciones a los problemas de la vida cotidiana para los ciudadanos. Imaginemos por un momento que, a través de los datos recopilados en tiempo real sobre el nivel de contaminación y el tráfico por carretera, podemos decidir el mejor medio de transporte, evitando así una posible demora en el trabajo o alcanzar un pico de contaminación. El objetivo de Smart Cities es actuar de manera efectiva en nuestra vida diaria.
Tengamos en cuenta que el concepto puede afectar varios aspectos ambientales y urbanos que van desde el tráfico por carretera, el consumo de energía, el nivel de contaminación, la gestión de residuos y agua, etc.
Ciertamente, Big Data y Open Data son requisitos técnicos previos para manejar los diferentes tipos de datos recopilados, estructurados o no, voz o imagen, por ejemplo. El acuerdo también es poder analizar todos estos flujos de datos lo más cerca posible en tiempo real.
Por lo tanto, la Smart City instintivamente se verá influida en nuestras decisiones, que se basarán en la interpretación de los datos recopilados, lo que nos permitirá ser «predictivos» y reaccionar en el momento adecuado, aplicando la llamada Data Driven.
Marruecos puede establecer un modelo eficaz de Smart City actualmente. De hecho, se acaba de lanzar un plan de acción 2018-2022 para la transformación digital de Casablanca, que convierte a la capital económica en la primera ciudad marroquí en tener un plan maestro de este tipo.
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Artículo escrito por Hanane Zaoudi