El mercado de alimentos europeo se caracteriza, entre otros aspectos, por sus considerables divergencias en las pautas de consumo entre los diferentes países. A pesar de que desde el exterior puede concebirse como una región homogénea, la realidad en cuanto a producción y consumo alimentarios pueden variar mucho de un país al otro. Además, el nivel económico de los consumidores también es considerablemente heterogéneo en toda la región.
Aún así, pese a las diferencias, también es cierto que existe una demanda generalizada y cada vez más grande de productos saludables y de producción responsable. En el presente artículo, se expondrán de manera breve, las principales grandes oportunidades para las empresas alimentarias peruanas que pueden encontrar en Europa un mercado muy atractivo donde ampliar sus fronteras.
En primer lugar, se ha detectado un aumento del consumo de pescado por parte de la población mayor de 50 años en la mayoría de países de la región. Europa tiene actualmente una población considerablemente envejecida con un poder adquisitivo considerablemente alto que se preocupa por su salud. Así pues, es evidente que todas aquellas empresas productoras de pescado y derivados congelados, tienen en Europa un mercado potencial.
A su vez, los europeos cada vez consumen más frutas, sobre todo en el desayuno. En este sentido, las frutas congeladas y aquellos procesados para hacer bebidas naturales y/o jugos, son productos que pueden tener muy buena aceptación por parte de los consumidores.
En general, todo aquello que tenga un distintivo saludable y natural, sea fresco, procesado, congelado, etc. tiene una alta demanda en el continente europeo. Se está observando un claro crecimiento de la demanda de los productos que se conocen como superfoods y el Perú se posiciona, sin ninguna duda, como uno de los principales productores mundiales por su clara inversión en la producción de estos superalimentos. Los productos andinos como la quinua, la kiwicha, o la maca entre otros, están adquiriendo una gran popularidad entre los consumidores.
Sin embargo, como se ha mencionado al inicio, no hay que olvidar que no es lo mismo exportar al mercado alemán que al español, por ejemplo. Por un lado, la variedad climática dentro de Europa, genera tendencias de consumo distintas. En España, por ejemplo, el consumo de frutas y verduras responde a una dinámica más estacional según el producto, mientras que en Alemania es mucho más constante, debido a que la mayoría de los productos alimentarios son importados, y eso hace que se encuentren disponibles durante todo el año.
En conclusión, se puede afirmar que, sin ninguna duda, el mercado europeo es un muy buen destino para los productos derivados de la producción agrícola y pesquera del Perú, siempre teniendo en cuenta la calidad, sostenibilidad y naturalidad. El mercado europeo tiene una alta demanda de dichos productos y un poder adquisitivo que permite asumir la entrada de grandes cantidades. Aún así, debido a las considerables diferencias entre países, es de gran importancia que las empresas lleven a cabo estudios de mercado y validaciones previas para poder dirigir sus exportaciones a los mercados más acertados, sin caer en el error de exportar al país equivocado, pensando que la región es homogénea.
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Artículo escrito por Maria Pla.
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