Desde la irrupción del Covid-19, Portugal ha sido todo un ejemplo de cómo la rápida adopción de medidas de confinamiento supuso una de las maneras más efectivas para controlar el virus. Ahora, su lucha es otra: mantener el país funcionando. Y en este otro aspecto, también están dando muestras de cómo afrontar y gestionar una situación tan complicada.
El ministro de Economía y número dos del Gobierno, Siza Vieira señaló que «es muy importante que en estas semanas de epidemia podamos mantener el país funcionando (…) debemos cuidarnos unos a otros, cuidar a Portugal”.
Por ello, el gobierno luso ha puesto en marcha una serie de medidas destinadas a apoyar a la economía, a los trabajadores y a las empresas porque «preservar la capacidad productiva, especialmente las pequeñas y medianas empresas, y proteger el empleo es el objetivo», según Vieira. Porque cuando la pandemia disminuya, «las empresas necesitarán mantener intacta su capacidad productiva, necesitarán a sus trabajadores, sobre todo, para poder garantizar las necesidades de los clientes y consumidores», señaló.
Estas medias buscarán garantizar el mantenimiento del empleo, en tres áreas fundamentales: garantías públicas, el sistema bancario y la flexibilización de las obligaciones tributarias y contributivas para poder seguir creciendo. De hecho, Portugal fue el país que más creció en Europa occidental hasta finales de 2019 y durante los primeros dos meses de 2020.
Y llevarlas a cabo supondrá un gran impacto y el valor de aumentar la liquidez inmediata de las empresas y los trabajadores por cuenta propia en cerca de 9.200 millones de euros. De ellos, 5.200 millones irán destinados al área fiscal, 3.000 millones a garantías y otros mil millones en contribuciones. Lo que supondrá, en comparación con el segundo trimestre de 2020, un esfuerzo por aumentar la liquidez en un 17% del PIB trimestral.
Vieira, subrayó que «en estos tiempos difíciles, hay que garantizar que las empresas tengan suficiente liquidez para cumplir con los compromisos cuando los ingresos caen». Y para ello el Gobierno aprobó un conjunto de líneas de crédito garantizadas por el Estado, por un importe de 3000 millones de euros, disponibles a través del sistema bancario que se dirigen a los sectores más afectados, como el turismo (agencias de viajes, empresas de entretenimiento, organizadores de eventos…) a las que de destinarán 200 millones de euros, de los cuales 75 millones serán para micro y pequeñas empresas.
Respecto al sistema bancario, el gobierno luso estuvo trabajando junto con el Banco de Portugal para ofrecer una moratoria sobre el capital y los intereses. Además, los principales bancos adoptaron varias medidas, ante esta situación excepcional que estamos viviendo, como la eliminación de las tarifas mínimas cobradas a los comerciantes en los pagos por medios electrónicos.
Y en términos de impuestos y contribuciones sociales, Mário Centeno ministro de Finanzas, anunció que el pago se hará más flexible en el segundo trimestre de 2020 para las empresas y los trabajadores independientes.
Estas medidas están destinadas a aliviar la tesorería de las empresas y, de esta manera, según el Gobierno luso, “nos aseguramos de que las empresas de los sectores más afectados estén disponibles para cumplir otros compromisos, en particular con sus trabajadores».
Vieira también enfatizó que “esta es una situación paralela a la de una guerra. Nuestros soldados en primera línea son profesionales de la salud, pero todos los que producen o aseguran las condiciones para que las familias continúen en las próximas semanas, somos indispensables, somos soldados en esta guerra”.