Queda menos de un mes para que llegue la fecha anunciada para la salida del Reino Unido de la Unión Europea, y seguimos sin tener una idea clara de cómo se van a desarrollar los acontecimientos. Tal como están actualmente las cosas, hay tres escenarios principales posibles:
Acuerdo
El Parlamento británico aprueba el acuerdo de salida existente, el Reino Unido sale de la UE el 30 de marzo, pero el período de transición se aplica, dejando tiempo para preparar, y para el comienzo de las negociaciones ‘oficiales’ para la relación comercial futura.
Aplazamiento
La UE acuerda – de forma unánime – un aplazamiento de la fecha de salida para permitir más negociaciones, o el Reino Unido revoca el Artículo 50 (lo cual puede hacer de forma unilateral). En este escenario, sería necesario un aplazamiento largo para un segundo referéndum, una opción que está ganando apoyo entre los británicos pero que el Gobierno se niega a contemplar.
Sin acuerdo
La opción por defecto – y la más probable según muchos expertos – si no ocurriera uno de los dos escenarios mencionados anteriormente. Este escenario implicaría que el Reino Unido se convierta en un ‘tercer país con efecto inmediato, sin período de transición.
Teniendo en cuenta que la opción ‘sin acuerdo’ sería la más dramática, este artículo tratará sobre todo de los efectos de una salido sin acuerdo, y especialmente para empresas europeas con trato comercial con el país británico.
Para tener en cuenta….
Hay un amplio espectro de temas a considerar, desde los efectos de las consecuencias económicas, la volatilidad de la libra, un bajón de la demanda como consecuencia de una recesión en el Reino Unido; hasta temas complejos relacionados con las normas de origen, o las consideraciones contractuales. Este artículo no pretende ser una guía exhaustiva, sino simplemente señalar algunos de los áreas que podrían ser obstáculos para el comercio con el Reino Unido .
Demanda en el Reino Unido
Un Brexit sin acuerdo con toda probabilidad tendrá efectos muy negativos para la economía británica, afectando la demanda de empresas y consumidores británicos para las importaciones desde Europa y el resto del mundo. Hay que tener en cuenta que la UE tiene un superávit comercial muy importante con el Reino Unido.
La Libra
La libra ha perdido alrededor del 25% de su valor desde el referéndum lo cual reduce el valor de los activos británicos de grupos europeos, y también de los dividendos recibido de sus filiales. Asimismo, encarece los productos europeos para las empresas y consumidores, y, por otro lado, la volatilidad de la divisa dificulta la planificación empresarial.
Aranceles y Aduanas
Los aranceles incrementarán el coste de las importaciones de productos europeos, lo cual afectará la demanda. El aumento de documentación necesaria para realizar los trámites, será un coste extra tanto para las empresas británicas como para las europeas.
Retrasos en la frontera
La introducción repentina de controles fronterizos podría provocar retrasos importantes y cierto caos en la frontera (principalmente en los puertos del canal de la mancha). Entre los más afectados estarán los exportadores de productos perecederos (frutas y hortalizas españolas, por ejemplo), o fabricantes de componentes para industrias que trabajan con procesos just-in-time, sobre todo el sector automovilístico.
Tan grave es la amenaza que algunas fuentes han informado que el Gobierno de May está considerando no hacer ningún control fronterizo durante un período inicial.
De momento, la aduana británica ha informado a las empresas británicas incluidos en el registro de operadores intra-comunitarios (VIES) que pueden utilizar un proceso simplificado – Transitional Simplified Procedures (TSP) – para darles tiempo a preparar para los procesos habituales. Estro permitirá a las empresas británicas importar desde la UE, durante un tiempo limitado, sin hacer declaraciones completas y además aplazar el pago de aranceles.
Transporte terrestre
Tras una salida sin acuerdo, es posible que los países europeos no reconozcan los carnets comunitarios de transportistas británicos. Si esto ocurre, los camiones británicos podrían entrar en la UE con un permiso ECMT, pero sólo se conceden un número limitado de estos permisos, muy inferior al número de camiones británicos que circulan actualmente por Europa. La Comisión Europea ha hecho una propuesta para que los transportistas británicos pueden seguir funcionando en la UE (y la EEE) hasta el 31 de Diciembre de 2019, pero todavía no ha sido aprobado y tal como están las cosas, el 30 de Marzo veremos miles de camiones británicos sin poder cruzar el canal de la mancha.
IVA
En términos generales, la exportación de bienes desde la UE hasta el Reino Unido estarán exentas de IVA sin que las empresas europeas tengan que comprobar si su cliente está en el VIES. No obstante, servicios prestados a una compañía inglesa por una empresas española, por ejemplo, podrían estar sujetos a IVA español, en función de donde el servicio se ha llevado a cabo. Los bienes importados desde el Reino Unido estarán sujetos a IVA de importación en la frontera, aunque los importadores ya no tendrán que declararlas como operaciones intra-comunitarias (modelo 349 en España).
Cadena de suministro
Las cadenas europeas de suministro son cada vez más complejas, por lo que puede dar el caso que una empresa francesa, por ejemplo, con un proveedor holandés, descubra que éste depende a su vez de un proveedor escocés. Por tanto se recomienda a las compañías realizar una análisis profundo de su cadena de suministro para detectar posibles problemas.
Empleados
Los posibles efectos de un Brexit sin acuerdo en los empleados europeos todavía no se saben, pero se puede deducir que las empresas británicas lo tendrán más difícil para contratar a Europeos, y viceversa. Hoy en día la economía británica depende mucho de trabajadores de la UE (y del resto del mundo), por lo que si se impone la lógica se encontrará una solución sensata en el corto plazo. Si bien, el Reino Unido podría tener dificultades en atraer trabajadores europeos post-Brexit. El tema de reconocimiento de titulaciones profesionales podría ser un área de las áreas más conflictivas.
Contratos
Se debería revisar los contratos actuales, ya que muchas de las cláusulas hacen referencia al marco legal europeo . Quizá se tendrían que renegociar ciertas condiciones, como por ejemplo quién asume los costes adicionales de controles fronterizos y la documentación requerida, o las penalizaciones por retrasos en la entrega. Otras áreas a tener en cuenta incluyen el reconocimiento mutuo de permisos y licencias, la posibilidad de una regulación paralela (seguridad laboral, higiene etc) privacidad de datos y la propiedad intelectual.
Normas de origen
Este tema, muy complejo. afectará principalmente pero no exclusivamente a las empresas británicas, y no sólo si no hay acuerdo . En ausencia de una unión aduanera – y hay que recordar que el acuerdo sobre la mesa contempla que el Reino Unido sale de la unión aduanera- las normas de origen serán un obstáculo nuevo para las compañías británicas. Sin embargo, las compañía europeas se pueden ver afectadas. Imaginemos una empresa española que exporta a Marruecos. Su producto tiene 20% de componentes británicos, lo que ya no contará como contenido europeo a efectos de cumplir el requisito de contenido mínimo europeo exigido en el acuerdo Marruecos/EU para evitar aranceles.
Muchos fabricantes británicos tendrán problemas para cumplir las condiciones estipuladas en sus acuerdos de comercio con el resto del mundo en cuanto al contenido local de sus productos (cabe destacar que todavía no existen esos acuerdos ya que el Reino Unido está cubierto por los acuerdos comerciales de la UE con el resto del mundo).
Financiero
En función del sector y el peso del comercio con el Reino Unido en su negocio, algunas compañías podrían sufrir efectos negativos en el cashflow como consecuencia de retrasos en la entrega o el pago, o la necesidad de incrementar existencias, etc.
Transporte Aéreo
Técnicamente los aviones británicos no contarán con los permisos necesarios para despegar hacia destinos europeos a partir del 30 de marzo. Una propuesta de la UE, todavía pendiente aprobación, permitirá que los aviones sigan volando durante un tiempo limitado, lo que evitaría el caos total, pero probablemente no impediría un incremento de retrasos y cancelaciones.
¿Son todas malas noticias?
Entre la presumible oscuridad de un escenario “post-Brexitiano” existirán oportunidades para aquellos que estén al tanto y se adapten a la nueva situación internacional, y, pese a todo, el Reino Unido seguirá siendo una de las economías más importantes de Europa. En cuanto al comercio exterior, seguirá siendo un mercado abierto y, generalmente, acogedor para la inversión extranjera. Además, el abaratamiento de la Libra podría crear oportunidades de compra de empresas británicas a un buen precio. por parte de los grupos y fondos europeos.
Algunas de las consecuencias negativas comentadas arriba, como el caos esperado en la frontera, se irían disminuyendo con el tiempo. De igual modo, incluso después de una salida brusca el día 29, se debería poder llegar a un acuerdo de comercio libre en un plazo razonable dado que partimos de una situación con normas comunes (si bien cualquier acuerdo será peor para el Reino Unido que lo que hay ahora).
Volviendo a lo que podría pasar en las próximas semanas, hay muchos expertos que ven más probable el Brexit sin acuerdo. No obstante, esa opción parece no tener el apoyo del Parlamento. Quizá los diputados están viendo las encuestas de tracking que muestran que hay una mayoría cómoda a favor de quedarse en la Unión, con una tendencia clara y constante. En cuanto a la posibilidad de un retraso, una nueva propuesta de un grupo de diputados conservadores habla de aplazar la salida hasta Mayo (los países miembros podrían preguntar ‘porqué? y con razón – ¿qué se puede hacer en dos meses lo que no se ha podido hacer en dos años?). Algunas fuentes europeas hablan de retrasarlo hasta 2021.
Una observación final – los partidos políticos británicos no se han cubierto de gloria en todo este proceso, y visto desde fuera se entiende porque están en la política en vez de hacer algo difícil, como crear una compañía. Hay tiempo para que los diputados actúen para evitar una final dañina… pero no mucho.
Roger Pike, Managing Partner How2Go UK