En la entrada anterior comenzamos a compartir con vosotros nuestro ABC para la internacionalización. En esta segunda parte de nuestro ABC particular sobre la internacionalización, seguimos resaltando algunos de los elementos básicos de las operaciones internacionales. Continuamos con la letra más característica de España, la “Ñ”.
El proyecto Marca España está impulsado por la Administración para mejorar y poner en el ámbito internacional la marca de nuestro país. Tiene asociados valores como innovación o creatividad entre otros.
El offshoring es la deslocalización que una empresa realiza cuando traslada producción a otro país o región. En otras palabras, internacionalizar los sistemas de producción, buscando reducir costes, tanto de fabricación como de mano de obra, o abrir nuevos mercados.
Herramienta imprescindible a la hora de penetrar o consolidarse en mercados internacionales. Se basa en la planificación de diversas etapas que responden a preguntas importantes de la forma más eficaz y rentable posible. Preguntas como ¿Cómo seleccionar los mercados? o ¿Qué forma de entrada se va a emplear?
“Una cosa por la otra”. En los negocios internacionales se busca la reciprocidad y el mutuo reconocimiento. No hay que intentar imponerse sobre la otra parte, sino buscar una colaboración de la que saquen beneficios ambas.
La Responsabilidad Social Corporativa se está estableciendo como una tendencia muy relevante a nivel global. Entre la RSC y la Internacionalización se producen sinergias que mejoran la percepción exterior y sus posibilidades de internacionalización.
Decisión crucial a la hora de desarrollar un negocio en el extranjero. Para acometerla con la mayor seguridad se elabora una clasificación en base a criterios determinados y ponderados por importancia. Posteriormente es conveniente analizar los mercados finalistas en más profundidad.
Hay que estar alerta ante los cambios en las tendencias dentro del contexto internacional. Si se detectan los cambios que se puedan producir, tendremos más posibilidades de adaptarnos y sacar ventaja de ello.
Una UTE permite la unión temporal de empresas que se complementan para el desarrollo de un proyecto. Es una estrategia muy efectiva en el mundo internacional que nos permite no solo complementar conocimientos técnicos, sino culturales a través de la unión de empresas de mercados de origen y destino aportando un valor diferencial al proyecto. En España, debido a la gran cantidad de pymes que forman el tejido empresarial, esta forma de asociación se utiliza con regularidad.
El valor diferencial de la marca que se pretende llevar al extranjero. A la hora de internacionalizarse, es más fácil exportar una ventaja competitiva basada en la diferenciación que en costes.
En el contexto internacional la base de los negocios es que ambas partes ganen. Es la clave para que el desarrollo de una relación adecuada y duradera con nuestros clientes y partners. La internacionalización no debe concebirse como una estrategia puntual y a corto plazo, buscamos establecer relaciones a largo plazo que se basen en la satisfacción de ambas partes.
Para la internacionalización es bueno contar con personal con experiencia en el campo. Los profesionales se saben todos los “trucos” para que tu aventura internacional llegue a buen puerto. La experiencia en un sector o en un mercado, aportan un valor diferencial al plan de internacionalización y al modelo de negocio de la empresa. Permiten que este se adapte a la realidad del país objetivo.
Internacionalizarse puede dar un poco de miedo al principio. No es tarea fácil, pero con la adecuada preparación y asesoramiento se puede llevar a cabo.
Territorios dentro de un Estado que potencian el comercio internacional considerando las mercancías introducidas como si estuvieran fuera del territorio aduanero (a efectos de derechos de importación y política comercial).
Con esta entrada acabamos nuestro ABC para la internacionalización. ¿Hay algo que pondrías diferente?. Puedes dejarnos tus sugerencias en el apartado de comentarios.